Traducir los tipos de empresa de unos estatutos sociales en inglés

En nuestro blog hemos hablado en distintas oportunidades sobre la gran importancia que tiene encontrar una adecuada equivalencia entre las figuras legales del sistema administrativo inglés y del sistema administrativo español, para lograr una traducción realmente localizada, como lo explicábamos en el ultimo artículo “¿Cómo saber si tu expediente académico fue correctamente traducido de inglés a español o viceversa?”

Y es que lograr una traducción localizada, implica como requisito indispensable, el conseguir que los documentos que nos exige la administración puedan producir el mismo efecto en el país de destino y en el país de origen, algo que vale tanto para los escritos importados del inglés como para los documentos españoles que queramos hacer valer en el Reino Unido.

Este detalle que parece bastante evidente y básico, en muchos casos es obviado en el día a día de las empresas al cubrir las necesidades de sus servicios de traducción lo que genera posteriormente graves consecuencias.

             Veámoslo con un ejemplo. Imaginad que después de tener una buena idea decidís lanzaros a la piscina y montar una empresa, qué se yo, quizás para exportar jamones en Londres, establecéis vuestro domicilio social (para entendernos, el sitio dónde vais a pagar los impuestos o la mayor parte de ellos) en Inglaterra porque se paga bastante menos, y empezáis a moveros en el mercado.

Poco a poco va pasando el tiempo y las cosas van bien, pero un día llega una multinacional que hace lo mismo más barato, y veis como poco a poco los clientes se van marchando, obligándote a tomar la dura decisión de bajar la persiana y buscar una nueva aventura empresarial. Todo va bien, porque tienes algunas deudas con los proveedores, pero sabes que tomaste la acertada decisión de crear una limited company, dando por hecho que como limited se traduce como limitada, es lo mismito que una sociedad limitada en España, y por lo tanto tu patrimonio personal está a salvo y puedes respirar tranquilo.

            Pero un buen día tus proveedores deciden que no se fían y te llevan a juicio para reclamar sus deudas, y tú, que ya estás muy quemado después de haberte ido mal las cosas, recurres a un traductor muy majo que te traduce los estatutos por 2 centimillos la palabra para no hacer más gasto, y se lo das a tu abogado para aportarlo al procedimiento, porque vaya con esta gente, que no se ha enterado que tu responsabilidad está limitada al dinero y los bienes de la empresa.

            Así las cosas, un día te llega una carta certificada, que recoges con la mayor tranquilidad hasta que la abres, y ves que te han condenado a pagar hasta el último céntimo, todo junto y sin aspirina; porque como bien dice su ilustrísima en la sentencia, como Sociedad Anónima que eres, pagas también con lo de casa.

Para evitar este tipo de situaciones, es de la máxima importancia traducir los tipos de empresa en unos estatutos sociales como es debido, y para eso no podemos arriesgarnos a que cualquier que se haya sacado el B2 con la capacitación lingüística de la facultad tenga a bien acertar o no al decidir qué tipo de sociedad hemos constituido. Para lograr unos buenos resultados y no arrepentirnos cuando sea tarde, hay que recurrir profesionales de la traducción jurada, y mejor aún si está especializado en varias materias. Nuestros profesionales tienen formación universitaria en Derecho, y emplean una figura típica del derecho internacional privado, la calificación, que nos ayuda a saber con exactitud cómo tratar en España instituciones de otros países, y tú te preguntarás, ¿cómo funciona?

  • AVERIGUAMOS CUAL ES RÉGIMEN LEGAL ADECUADO.

            Primero buscamos en nuestro derecho algo que cumpla la misma función, y vemos que Ley lo regula. Sucede que, al traducir los tipos de empresa en unos estatutos sociales, vemos que muchos los textos ingleses hablan de “limited companies” que en un sentido amplio son sociedades, porque funcionan de forma separada a la de quien forma parte de ella. Sin embargo, ya sólo en este punto encontramos algunos problemas, porque las propias sociedades se diferencian entre private limited companies (Ltd) y public limited companies (PLC).

  • ELEGIMOS LA TERMINOLOGÍA CORRECTA.

¿Y qué supone eso para la traducción del tipo de empresa en unos estatutos sociales? Pues, que si hablamos de una Ltd., donde destaca que no cotiza en bolsa, no podremos hablar de socios, si no de partícipes, y tampoco de acciones, si no de participaciones. Por otra parte, las PLC, se reparten en acciones y entonces hablaremos de socios accionistas.

En gran medida los traductores profesionales entendemos que las limited companies son en su mayoría sociedades con personalidad jurídica propia o separate legal entity, integrada por accionistas o shareholders que son titulares de acciones o shares por el valor del capital social, o share capital. Pero como es bien sabido, nuestro derecho distingue muchos tipos de sociedades, como son las sociedades colectivas, en comandita simple, en comandita por acciones, de capital e industria y, finalmente, la sociedad de responsabilidad limitada (S.R.L.) y las sociedades anónimas (S.A.) ¿A que ya no parece tan sencillo?

  • COMO PROFESIONALES, NUNCA NOS RENDIMOS.

Dejando al margen otros tipos de sociedad menos habituales, porque sería demasiado extenso, y siguiendo nuestra analogía con el Derecho Internacional Privado, al traducir los tipos de empresa en unos estatutos sociales, si aún no está claro con qué tipo de sociedad tratamos, vamos aún más allá, y utilizamos lo que se conoce como “calificación por la función”. La idea es, en resumidas cuentas, ver lo que la empresa puede hacer en un país, comprobar cómo se trata eso en nuestras leyes y, luego, buscar qué figura legal hace lo mismo o muy parecido en España. De esa forma muchos hemos llegado a la conclusión de que existe una equivalencia entre las private limited companies (Ltd) y las sociedades de responsabilidad limitada, y entre las public limited companies (PLC) y las sociedades anónimas.

  • TODAVÍA HAY MÁS, AUNQUE NO TE LO CREAS.

La cosa puede llegar a hacerse mucho más complicada, y para muestra un botón, porque también hay que saber diferenciarlas de los sole trader y las partnership, siendo el primero equivalente al empresario individual, que no a un autónomo (self-employed / autonomous worker), y las segundas a una variedad de figuras en función de sus características, como son la sociedad civil (general partnership), la sociedad cooperativa (Coop. partnership) o comanditaria por acciones (limited partnership).

            Así pues, ya veis, el mundo de la traducción puede hacerse sumamente complejo cuando nos fijamos en los detalles de cada ordenamiento y, siempre es importante, casi indispensable, contar con la asistencia de un profesional de la traducción con doble titulación para garantizar el resultado que queremos conseguir. Si necesitáis de traducir los tipos de empresa en unos estatutos sociales, no dudéis en recurrir a profesionales con competencias multidisciplinares como nosotros.

Imagen-1_Post39bis

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

top