Como traductores, no todos hemos tenido la oportunidad de traducir el título de una película, mas algunos sí han tenido esta responsabilidad entre sus manos. ¿Qué criterios han seguido? ¿Hay títulos de películas que, a nuestro entender, puedan considerarse malas traducciones? Intentaremos analizar sucintamente estas cuestiones en un intento de arrojar un poco de luz sobre el tema.
En primer lugar, conviene señalar que la traducción cinematográfica se enmarca dentro de la traducción audiovisual o multimedia. En los propios estudios de traducción cinematográfica, la traducción de títulos parece no haber tenido la importancia que merece. De hecho, por regla general, suelen ser las propias distribuidoras las que traducen los títulos fílmicos.
Para traducir un título cinematográfico se pueden usar diferentes estrategias: traducción cero, que consiste en la reproducción del título original en lengua meta (por ejemplo: Kill Bill, Toy Story o Spiderman); la traducción literal (por ejemplo: El Paciente Inglés –The English Patient–, El Silencio de los Corderos –The Silence of the Lambs– o El Sexto Sentido –The Sixth Sense–); la adaptación del título original a la lengua y cultura meta (por ejemplo: –Death at a Funeral– Un funeral de muerte) y, por último, la creación, una estrategia en la que el título traducido no se corresponde con el original (por ejemplo: Resacón en las Vegas –A very bad trip– e Infectados –Carriers–; cabe señalar que en estos dos ejemplos el título en español posee mayor carga expresiva que en inglés).
Tras haber señalado algunas estrategias de traducción de títulos fílmicos, nos gustaría ahora ver algunos casos de títulos que, en nuestra opinión, han sido mal traducidos. Entre ellos podríamos destacar los siguientes:
– La salchicha peleona (Beverly Hills Ninja). Parece ser que en el género de la comedia valen todas las traducciones; esta es, sin duda, creativa y ridícula, más centrada en las características físicas de su protagonista que en el lugar donde transcurre la trama (Beverly Hills).
– Zombies Party (Shaun of the Dead). En este caso el traductor intentó convencer al público de que no se trataba de una película de terror, sino de una comedia; pero ¿resulta esta estrategia correcta? ¿No se lleva al límite la creación alejándose demasiado del título original, como en el caso anterior?
– Un canguro superduro (The Pacifier). En este caso, una vez más, la creatividad es excesiva a nuestro entender, tanto en el título español –Un Canguro Superduro– como en el título hispanoamericano –Niñera a prueba de balas–. ¿No sería mejor hacer referencia al chupete (pacifier) traduciendo el título, por ejemplo, como “Entre chupetes”? Ya el cartel del filme y el tráiler ofrecerían el resto de información sobre la película, ¿verdad?
– Soñando, soñando… triunfé patinando (Ice Princess). En España el título de esta película se tradujo como “Soñando… soñando… triunfé patinando”; en Hispanoamérica, en cambio, se respetó un poco más el título original al traducirse como “Sueños sobre hielo”. En español falta dicha referencia; el patinaje puede ser o no sobre hielo; con “Soñando… soñando… triunfé patinando” el traductor quiso crear un juego de palabras atractivo y ‘pegadizo’ que también resulta creativo en exceso. ¿Hubiera sido más correcto traducir este título siendo más fieles al título original; por ejemplo, “Una Princesa Sobre Hielo”?
Sea como fuere, parece innegable que la traducción de títulos de películas es un tema de gran relevancia; tanto por motivos comerciales (con el título se pretende llamar la atención del espectador) como por la cuestión de la doble fidelidad del título (fidelidad a la intención del director y a la cultura meta) por ello es recomendable no caer en las malas traducciones de títulos de películas si queremos tener éxito. En Otras Palabras por sus colaboraciones puntuales con empresas del sector audiovisual conoce bien este problema y sabe ayudarte a conseguir la mejor traducción.